jueves, 13 de marzo de 2008

De los martillos

Mi amigo el Crepus hizo años atrás un trabajo para la facultad en el que hablaba del "DESTRUCCIONISMO"como método de regeneración de la vida pública y la política en general. No muchas veces sucede que esté de acuerdo con él en éstos lares temáticos, pues en realidad suele jactarse de su conservadurismo existencial. Pero aquello estaba bien, lo recuerdo con alegría pues era una época en la que quedábamos para estudiar en "el Ovni" (la antigua Biblioteca de la facultad de Filosofía y Letras de la U.B.) -¡ésto nunca debió ser destruído!-, tomábamos algún zumo de cebada y casi todas las chicas nos parecían guapas.
No ha sido el único que ha hablado de la DESTRUCCIÓN como recurso o método para el cambio, que por muy metáfora o abstracción que sea, me parece absolutamente válido. Otros que lo han mentado han sido los STEREAOLAB en su canción "Crest", en la que espetan una y otra vez que " If there's been a way to build it, There'll be a way to destroy it, Things are not all that out of control.".


Si cada uno de nosotros agarráramos con fuerza un martillo y golpeáramos violentamente alguna cosa o persona que estuviese intrínsecamente ligada al mantenimiento del sistema (peajes, cacharros del cobro de las zonas azules, policías o presidentes del gobierno) probablemente no cambiaría nada, pero no sería bonito?

La cosa es golpear, ya sea con martillos o con otras cosas, no entremos en literalidades, co
ño.

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